No tengo palabras para reproducir y definir la cacería del Domingo pasado.
Los adjetivos se agotan, cuando estas viviendo en primera persona un momento sobrenatural, como ese.
Cuando la Adrenalina corre desbocada por tu cuerpo,
y tus ojos se quedan mirando fijamente mientras tus oídos zumban de las pulsaciones de un corazón desbocado.
Mientras tu sonrisa incrédula hace consciente y real, eso que pensabas solo era territorio de las quimeras y sueños.
Y sin embargo se convierte en algo tan real, que casi lo puedes tocar estirando la mano.