Me preguntaban hace unos días que hay de cierto, de real, detrás de cada una de las imágenes que creo.
Era una pregunta que lejos de cuestionar un trabajo o resultado, era un signo de sorpresa, de agrado y de cierta admiración por las fotos.

Cuando alguien que se dedica a crear, se encuentra con esa pregunta, solo puede sonreír y agradecer con la humildad y seguridad que nace del corazón.
La respuesta es todo!!. Todas esas escenas de paisajes, fenómenos meteorológicos, cielos hermosos y resto de estilos o propuestas fotográficas cargadas con sentimientos y emoción, son reales.
No son montajes, no llevan añadidos o superpuestos, no encierran truco alguno.
Detrás de cada foto solo hay muchas horas de trabajo, amor por lo que se hace y se desea seguir haciendo.
Esas horas de trabajo son la suma de salir en la búsqueda de esas fotografías y la posterior edición con programas de fotografía. Donde únicamente se limpia la imagen de manchas que suele recoger el censor de imágenes de la cámara, y otorgar una mayor definición de contaste, detalle y luz.
La cámara no se comporta como el ojo humano, no consigue recoger las imágenes por igual y no siempre es factible conseguir el resultado optimo y deseado de primeras. De hay la necesaria edición fotográfica que todos los fotógrafos realizan. Pero insisto, no llevan un retoque o modificación o añadido, que conviertan la foto en un foto-montaje o foto trucada digitalmente.
Así que a todas aquellas personas, que tal vez pudieran preguntarse esta cuestión; darles las gracias y desear que pueda seguir logrando probocar esas emociones, sorpresa y agrado, a través de mi trabajo.