«A la pregunta de porque los cielos tienen la capacidad,
de provocarnos una gigantesca cascada de emociones.
De enamorarnos y embrujarnos.
De arrebatarnos y de secuestrar nuestra mirada.
De provocar pasiones.
De fascinar y erizarnos la piel.
Creo que contestan este reportaje de fotografías y vídeo,
que cuentan la historia de un brutal animal,
salvaje pletórico, hermoso y libre.»