¿Que mueve a un fotógrafo Cazatormentas, a robarle intimidad a la madrugada?
¿Que le empuja y da energía mientras casi todo el mundo duerme pero no sueña?
Puede que el soñar despierto, viviendo realidades que normalmente soló serian ensueños!
¿Que mueve a un fotógrafo Cazatormentas, a robarle intimidad a la madrugada?
¿Que le empuja y da energía mientras casi todo el mundo duerme pero no sueña?
Puede que el soñar despierto, viviendo realidades que normalmente soló serian ensueños!
Con los vellos de punta de los brazos.
Con la emoción erizandome la espalda y la nuca.
Con una mueca de sonrisa por pura felicidad, avanzando y abriéndose camino hacia mi boca.
Así afronto el dar vida a estas fotografías conseguidas esa noche.
¡Ese viaje convertido en aventura,
para el que te llevas preparando,
durante toda la vida!
Ese sueño decorado de imposible,
y que consiguen hacerte alcanzar;
¡tus ganas, tu dedicación,
tu esfuerzo, tu amor, tu no rendirte,
espoleando a tu voluntad!
A veces la mejor manera de alcanzar un sueño,
es fabricandotelo tú mismo.
«El mundo me parece en ocasiones muy extraño.
Por momentos pavoroso, inseguro e insensato.
Pero en mi ciudadela, en mi rincón secreto,
me siento seguro y renovado»
Hay ocasiones en que merece la pena hacer un stop,
detener por un momento el viaje de tu ruta
y empaparte de esa sensación que ha llamada tu atención.
A todos los fotógrafos nos pasa,
pero permitirme que hable en primera persona,
y bajo mi experiencia personal.
«Ese lugar enigmático y primigenio,
que cuando nos introducimos en él,
consigue despertar algo innato y dormido,
desde los albores del tiempo.»