(enlace a la Primera parte del reportaje)
Y justo en la despedida del día, cuando parecía que ya no depararía nada mas de interés, que se habían quemado todos los cartuchos (como solemos decir «los cazadores de cielos y tormentas»); el cielo decidió sacar su artillería.
Cogió su acuarela de colores imposibles compuesta de luces y sombras, y se puso a crear su particular homenaje al color, antes de la llegada de la oscuridad uniforme de la noche.
Cogió el naranja para envolver y bañar de luz, unos incipientes «Manmatus» que jugaban a descolgarse boca abajo de las nubes.
Y a medida que los Manmatus adquirian notoriedad, costruyo una gama de tonos imposibles partiendo del naranja original; mientras soltaba de sus cadenas a las sombras, para que jugasen a su antojo y albedrío, creando contrastes y formas con las nubes.
Y ese cielo en ese momento se acordó de los soñadores, a los que los limites de la noche se les hacen pequeños, y les construyo una imagen.
Un refugio, un cobijo, una ilusión, un reto, un premio y una esperanza…
Para refugiarse en los momentos de contrariedad, de dudas, de miedo, debilidad y desesperanza.
Para traer al presente el recuerdo del reto constante y la búsqueda del premio desconocido.
Y la esperanza basada en el coraje, la voluntad, la lucha, la ilusión y la pasión, por lo que merece la pena.

(30 de mayo de 2015, Almería, Spain)
Mi banda sonora en esta ocasión, para construir este reportaje y una vez hecho recorrerlo:
Sting – Temas: «It`s Probably me» // «Fragile«