Puede que sea la calidez de su luz, o quizás sea debido a la batalla infinita que representa esa llama de fuego vivo por separarnos de la oscuridad.
Quizás, sea porque esta ligada al hombre desde siempre, porque es el recurso al que seguimos recurriendo cuando carecemos de otros más cotidianos.
Nos trae recuerdos de niñez, y la usamos en aquellos momentos de mas honesta vulnerabilidad, cuando desnudamos nuestra alma y nos mostramos tal cual somos y podemos llegar a ser, con nuestros seres más queridos.
En estas fechas tan especiales, retoma el protagonismo de las calles en las que un día, significo la única fuente de luz que apartaba la oscuridad hasta la llegada del nuevo día.
Sea cual sea el motivo, la realidad es que esa luz alterna y oscilante; viva, que juega con las sombras, y que todo lo llena de calidez, nos sigue fascinando porque crea mundos que sin ella no serian igual de bellos y emotivos.